El sobrepeso y la obesidad amenazan claramente la vida futura de nuestros menores. Los investigadores llevan largos años advirtiendo de las consecuencias de lo que califican como una verdadera epidemia. En los últimos 20 años, la obesidad se ha incrementado entorno a un 8,3% (tomando como indicador la circunferencia de la cintura) entre los niños de 8 a 16 años. De hecho, España ocupa el 4º puesto en cifras de obesidad y sobrepeso en niños de entre 5 y 10 años a nivel europeo y el 2º lugar en niñas de la misma franja de edad. Las causas son muchas, pero que se puede resumir en el abandono de la dieta mediterránea, ese modelo de vida que incluye una dieta equilibrada, sumada a una actividad física regular y constante y a unos hábitos saludables. Actualmente, sólo el 40% de los niños y adolescentes españoles tienen un nivel alto de adherencia a una dieta que históricamente ha permitido a los españoles vivir más y mejor.
Así lo indica el estudio PASOS (Physical Activity,Sedentarism and Obesity in Spanish Youth), de la Fundación Gasol, entidad creada por Pau y Marc Gasol para luchar precisamente contra la obesidad infantil. Este estudio, en el que han participado 3.887 menores, pone de relieve una tendencia decreciente de la adherencia a la dieta mediterránea por parte de los más pequeños. A día de hoy,solo el 40% de los menores alcanza un nivel alto de seguimiento de dicha dieta, mientras que en el año 2000, lo hacía un 44,7%. Si se segmenta por edad, se observa que los adolescentes siguen menos la dieta mediterránea.
Curiosamente, los países del arco mediterráneo son los que lideran los rankings de obesidad infantil en Europa- ocupando,España, la cuarta posición, tras Grecia, Malta e Italia-. Además, se comprueba que demasiados niños y adolescentes siguen hábitos de alimentación que van en detrimento de su salud como desayunar bollería industrial (31,7%), comer en un restaurante de comida rápida al menos una vez a la semana (23,1%) o consumir dulces y golosinas varias veces al día (22%).
En cambio, hábitos que aseguran un buen estado de salud, como es el consumo de frutas y verduras, son menos frecuentes de lo que sería deseable. Solamente un 15,9% de la población infanto-juvenil declara consumir al menos cuatro raciones de fruta y verdura al día.
Otro de los factores que influye en el sobrepeso y la obesidad es la falta de sueño. El estudio pone de manifiesto que la media de sueño diaria entre semana de los jóvenes que están en la adolescencia es de 7,78 horas, por debajo del límite mínimo aconsejado (la Organización Mundial de la Salud recomienda de 9 a 11 horas en el caso de los niños y de 8 a 10 horas en los adolescentes).
Del mismo modo, un 40,9% de la población estudiada incumple las recomendaciones de horas de sueño entre semana, ascendiendo el porcentaje de incumplimiento hasta el 48,1 por ciento los fines de semana. Entre semana, casi un 30 por ciento de los niños incumple las recomendaciones y más del 50 por ciento de los adolescentes.
El trabajo ha constatado también el elevado nivel de sedentarismo en esta población escolar. Y es que, el 63,3 por ciento no alcanza los 60 minutos al de actividad física moderada o vigorosa recomendados por la OMS, especialmente las niñas (70,1%). También, el 54,4 por ciento de los niños y adolescentes no cumple con las recomendaciones de uso de pantallas entre semana (fijadas en unos 120 minutos al día) y el 79,2 por ciento pasa más tiempo del recomendado delante de las pantallas durante el fin de semana, principalmente los chicos adolescentes.
Fuente: La vanguardia
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