Bailes del mundo

Esta evaluación nos toca trabajar el ritmo y lo vamos a hacer a través de la Unidad Didáctica de danzas del mundo. El objetivo no es otro más que el valorar los componentes técnicos, físicos y culturales que rodean a los bailes, algo que suele pasarse por alto. 

¿Qué relación tienen los bailes con la Educación Física?

Durante los últimos años la Educación Física ha ido evolucionando hacia un modelo ecléctico en el que tienen cabida muchos contenidos que hasta hace poco ni se contemplaban: la expresión corporal, el ritmo, los juegos y deportes tradicionales, las actividades en el medio natural... Todos ellos tienen cabida y forman parte de la Educación Física ya que contribuyen notablemente a la educación integral del alumnado mediante el movimiento. 

La danza, que es lo que nos toca ver en este tema, no es más que la interpretación de la música a través de los movimientos corporales. Así el baile y la danza surgen como un lenguaje universal, desarrollado en todas las partes del mundo, y que constituye una manifestación artística y cultural de primer orden.

¿Qué vamos a trabajar con los bailes del mundo?

Seguro que más de uno se sorprende con la cantidad de aspectos que podemos desarrollar y adquirir por medio del baile. :

• Desarrollo de la Condición Física. Existen bailes, como el Hamilton House por ejemplo, que requieren un ritmo de ejecución elevado que, repetidos en el tiempo, llegan a cansar.
• Desarrollo de la Coordinación. La secuenciación de los diversos pasos requiere un trabajo de coordinación. Ejemplo, el vals español lleva los pasos extremadamente marcados frente a otros bailes.
• Desarrollo del ritmo y la expresión corporal. Cada baile exige que el cuerpo adapte las contracciones musculares voluntarias y los desplazamientos al ritmo de la música, pudiendo expresar con ello sensaciones, estados de ánimo...etc. Por ejemplo, en el Grand Square podemos verlo reflejado en la exaltación cada vez que completamos el doble cuadrado
• Conocimiento y respeto por otras culturas. En un mundo en el que se tiende a la globalización, no está de más conocer bailes de otras partes del mundo, valorando y respetando su valor cultural.

De alguna manera, y de forma más específica, con los bailes buscamos desarrollar determinadas aptitudes específicas como la búsqueda y el control de la sonoridad, la sensibilidad de expresión y el gusto por la construcción. O lo que es lo mismo: la percepción, la improvisación, la interpretación y la creación.

• La percepción. La música y el ritmo nos abren un espacio a la percepción. Dicha percepción es totalmente subjetiva ya que no todos desarrollamos los mismos sentimientos ante una misma canción (las canciones que escuchamos en los momentos satisfactorios nos traen buenos recuerdos). Por consiguiente, no podemos separar la sonoridad de lo afectivo o dicho de otra forma, la música se siente para darle una expresividad al movimiento corporal. 
• La improvisación. Es la parte más difícil de realizar y algo totalmente irreversible. 
• La interpretación. Es la forma en la que comunicamos, mediante nuestros recursos vocales, instrumentales y/o corporales, nuestra versión de una pieza musical. 
• Creación. Gracias a escuchas, tensas y activas, de la música seremos capaces de desarrollar secuencias rítmicas propias por nosotros mismos. 

Veremos los siguientes bailes:

• Hamilton House (baile escocés)

• Grand Square (baile de Estados Unidos)

• Spanish Walz (baile de Inglaterra)

• Troika (Baile de Rusia)

A la hora de evaluar se tendrán en cuenta los siguientes aspectos:

HAMILTON HOUSE

• Participación activa en las clases 
• Mostrar interés en la información que se va aportando sobre el baile
• Participar activamente en el baile, con independencia del resultado obtenido
• Ayudar a los compañeros menos coordinados a la hora de enfocar el baile

• Examen práctico
• Saber las partes del baile
• Dar el brazo adecuado en cada momento
• Realizar los giros con técnica y velocidad adecuada
• Guardar distancia con la pareja y los compañeros
• Dar palmas cuando no se está girando.