Richard "Richie" Hugh McCaw nació en Omaru (Nueva Zelanda) en el año 1980 y, como muchos compatriotas suyos, es descendiente de escoceses que emigraron hacia las colonias británicas a finales del siglo XIX. Se crio en un ambiente rural, en el seno de una de las múltiples familias de granjeros que hay en la zona de South Canterbury. Durante su infancia e inspirado por su abuelo, un héroe de guerra de la II Guerra Mundial, desarrolló una gran afición por la aviación. Por aquel entonces, el rugby tan sólo era una distracción más con la que pasaba el tiempo en el colegio con sus amigos. Pero todo cambió cuando se incorporó al Instituto de Dunedin, donde el rugby pasó a ocupar un lugar preferencial entre sus prioridades. Empezó a destacar, primero en el equipo de su instituto, y luego en el club local, el Rugby Kurow, con quienes compaginará competiciones. Sus actuaciones no tardan en ser seguidas muy de cerca por los principales ojeadores kiwis, sobre todo cuando lidera a su instituto en 1998 a las finales escolares. No obstante, no es elegido para el equipo que agrupa a los mejores jugadores de los institutos neozelandeses, donde paradójicamente sí aparecerán en su puesto otros jugadores como Angus McDonald que tendrán menor proyección en el futuro.
En 1999 inicia sus estudios de Ciencias Agrícolas en la Universidad de Lincoln (Christchurch), donde sigue perfeccionando su rugby. Ese mismo año recibe su primera convocatoria internacional con la sub-19 de los All Blacks para disputar el Mundial de Gales, donde salen campeones. Un año más tarde, debuta en la liga regional con Canterbury, y le llega la llamada de la selección sub-21. Su ascenso es imparable y en 2001 debuta en la liga profesional con los Canterbury Crusaders, iniciando una relación que durará 14 años y dejará 4 títulos de la Super Rugby. También le llega la llamada de la selección absoluta, de la que ya nunca más se ausentará, salvo por lesiones, hasta su retirada en 2015. Llamada que fue muy polémica pues mientras McCaw apenas había hecho poco más que debutar en la liga profesional, ilustres veteranos como John Kronfeld se quedaban fuera.
En 2003, un joven McCaw se estrenaba en el Mundial de Australia mostrando maneras y, sobre todo, un liderazgo impropio para un debutante en una selección de tanto renombre. Sin embargo Nueva Zelanda fracasa en su lucha por el título y, tras una primera fase inmaculada, cae contra todo pronóstico con los anfitriones australianos en semifinales. Esto no impide que su ascendente sobre los All Blacks no pare de crecer con el paso de los partidos hasta el punto que, en 2004, es votado por sus compañeros como capitán con tan sólo 23 años. Su reconocimiento internacional le llega poco más tarde, en 2005, cuando su nombre aparece por primera vez entre los nominados a mejor jugador del mundo, trofeo que finalmente se llevará otro All Black, Dan Carter. Al año siguiente volverá a ser nominado y está vez si ganará el trofeo al Jugador Internacional del Año.
El Mundial de 2007 se celebró en Escocia, Gales y Francia. De nuevo la Nueva Zelanda de McCaw partía como gran favorita y, pese a los contundentes resultados en la fase grupos, hay algo que no marcha bien. El entrenador Graham Henry era firme partidario de las rotaciones y ningún jugador se salvaba de ellas. Ni siquiera McCow, que únicamente disputará tres partidos en total, dos como titular. En cuartos de final de nuevo la anfitriona, en este caso Francia, derrota contra todo pronóstico a Nueva Zelanda y los manda para casa, en lo que sería la peor clasificación de los All Blacks en toda su historia. Como era de esperar, al llegar a casa les llovieron las críticas en un país donde el rugby es una religión, y McCaw, sin tener ninguna culpa de los desastrosos planteamientos tácticos de Graham Henry, fue duramente criticado.
2008 supondrá el año del despegue definitivo de McCow frente a los All Black's. Pese a perderse parte de la temporada por una lesión en el ligamento del tobillo, regresa como un talismán ganando los 26 partidos internacionales que capitanea al equipo. Nueva Zelanda recupera el nº1 del ranking mundial y McCaw vuelve a ser galardonado como mejor jugador del mundo en 2009 y 2010. De esta forma igualaba los tres trofeos que hasta ahora sólo había alcanzado el inglés Jason Leonard.
En 2011 Nueva Zelanda organizaba el Mundial y, tras dos sonados batacazos en las dos ediciones anteriores, la presión sobre los All Blacks era enorme. Y todavía aumentó más cuando McCaw se rompe el quinto metatarsiano a principios de año. Tras operarse, McCaw fuerza para llegar a la cita y acaba pagándolo en el partido de la fase de grupos ante Francia cuando se resiente de su lesión. Descansa ante Canadá pero descarta ser sustituido por otro jugador, incluso ni se hace radiografías de la zona dañada. Juega toda la fase eliminatoria con una doble fractura en los metatarsianos, cuando casi ni podía caminar. Y lo que es mejor aún, siendo decisivo durante todo este periodo, incluso en la final contra Francia a la que se gana por un paupérrimo 8-7.
Durante los siguientes 3 años, y debido a las secuelas físicas de las lesiones sufridas en todo este tiempo, McCaw comienza a dosificar su presencia en el combinado nacional y con su equipo. Con el Mundial de Inglaterra 2015 entre ceja y ceja, McCaw consigue el hito de haber ganado en todos los grandes escenarios del rugby mundial, algo que pocos jugadores pueden decir.
El Mundial de 2015 fue la última competición disputada por McCaw. Al frente de los All Blacks se hizo con su segunda Copa Mundial tras derrotar en la final a Australia por 34-17. Tras anunciar su retirada, al gigante de Omaru, le fue otorgada la Orden de Nueva Zelanda, la máxima condecoración de ese país y que sólo pueden tener 20 personas en vida a la vez. Hoy en día sigue considerándosele como el mejor ocho de todos los tiempos y uno de los mejores jugadores de la historia del rugby. Con su selección ha ostentado el record de partidos jugados (148) y de capitanías en partidos oficiales (110).
Una vez fuera de los estadios, McCaw retomó su afición por la aviación y se sacó en 2016 la Licencia de vuelo comercial y en 2018 el título de instructor de vuelo. Hoy en día trabaja en Christchurch Helicopters haciendo vuelos panorámicos para turistas.
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