La obesidad y el sobrepeso afectan hoy en día a cerca de 250 millones de personas en todo el mundo, y están consideradas por muchos especialistas como las enfermedades del siglo XXI. Tal situación provoca que muchas personas se planteen el reto de perder peso a través del ejercicio físico, y aquí aparece el problema: creen que para adelgazar hay que sudar mucho. No importa cómo ni qué hagan, sólo les importa sudar y cuanto más mejor.
En algunas personas es tal la fijación que no les importa recurrir a prácticas tan desesperadas como peligrosas: emplear prendas excesivamente gruesas o impermeables, realizar los entrenamientos a las horas de más calor en verano, llevar a cabo sesiones excesivas de sauna...
Estas circunstancias son el caldo de cultivo perfecto para que, aprovechando el grado de desconocimiento de la población, algunas empresas intenten hacer su agosto particular. Así proliferan diversos productos (fajas, bodys, pantys, tejanos...) que fomentan esta relación sudor-adelgazar, explotándola hasta límites insospechados.
Para empezar a aclarar este mito, es necesario plantearse una pregunta: ¿qué es realmente el sudor? El sudor es una respuesta fisiológica de nuestro organismo para llevar a cabo la termorregulación. Cuando realizamos un ejercicio físico, la temperatura corporal se eleva poco a poco. Durante ejercicios intensos, la temperatura muscular puede llegar a los 43ºC y la corporal hasta los 41ºC. Si esta temperatura alcanza los 41ºC los órganos, sistemas y las células pueden verse dañados, llegando a causar incluso la muerte. Por lo tanto, sudando abundantemente, y sin una hidratación adecuada, lo único que vamos a conseguir es deshidratarnos y poner nuestra salud seriamente en peligro (pudiendo sufrir el mal conocido como “golpe de calor”). No hay más que ver que una persona sin comida puede resistir unos 30 días, pero sin agua no pasaríamos de unos pocos días.
Para prevenir la deshidratación debemos de tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Utilizar una vestimenta porosa de colores claros y suelta. Evitar prendas de color negro y no hacer ejercicio sin camiseta.
- Desprenderse cuanto antes de la ropa húmeda porque reduce la capacidad de refrigeración de la piel.
- No esperar a tener sed. Beber 125-250 ml. de agua cada 15-20 minutos
¿Qué es lo que se debe hacer entonces para perder peso sin peligro de deshidratarnos?
Lo ideal es combinar una dieta ligeramente hipocalórica y ejercicio aeróbico o de fuerza-resistencia que emplee grandes grupos musculares. La combinación de ambas medidas permite obtener resultados a medio y largo plazo, rechazando los efectos inmediatos ,y “casi milagrosos”, que nos venden en otras situaciones y que ,a buen seguro ,son fuente de antisalud.
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