26 marzo 2019

¿Qué fue de... David Cal?




David Cal Figueroa
nació el 10 de octubre de 1982 en
Pontevedra, aunque tanto él como toda su familia son de de Santa María de Vilariño (Cangas do Morrazo). Pasó su infancia jugando con sus hermanas y sus primos en las calles próximas a la panadería que regentaban sus padres en "donde alguna vez rompimos un saco de harina mientras jugábamos al escondite" confiesa su primo Noé. Desde pequeño se muestra como una persona activa y al que le gustaban todos los deportes. En las clases de Educación Física de su colegio destaca sobre el resto de compañeros por su fortaleza física y porque competía mejor que nadie, sin importar el tipo de actividad físico-deportiva que se le plantease. En su tiempo libre, con sus amigos suele jugar al fútbol pero, como buen amante de la naturaleza y los animales, también le gusta ir de monte con la bicicleta y a pescar. Fanático de la serie "Dragon Ball", hizo sus pinitos con el kung fu durante una temporada. Pero lo que realmente le cambió la vida fue el verano de 1990, cuando su madre decide apuntarlo, junto a sus dos hermanas, al Club de Mar Ría de Aldán, toda una institución en la comarca del Morrazo y referente del piragüismo gallego. La idea no era otra más que aquel joven sencillo y tímido practicase deporte durante el verano, pero su extremo carácter competitivo le lleva a buscar algo más que simplemente pasar un buen rato. "Tenía que ganar a todo. No le gustaba perder ni cuando jugábamos a las cartas", apunta de nuevo su primo Noé.

Para sorpresa de todos, especialmente su pandilla de amigos, David se decanta por priorizar el piragüismo sobre fútbol. Sus primeros meses los pasa paleando sobre un kayak pero finalmente acaba pasándose a la canoa. Cada vez se lo toma más en serio y comienza a participar en varias regatas en las que se convierte en uno de los palistas que siempre está en los puestos punteros. "Sigues entrenándote y sabes que estás ahí, en las medallas, aunque te queda demostrarlo en el momento decisivo. El piragüismo es un deporte minoritario y yo era un poco el tapado. Era más tímido e introvertido" recuerda DavidEn 1997 es seleccionado por la Federación Gallega de Piragüismo junto a otros 30 palistas gallegos de entre 14 y 16 años para ir a entrenar al Centro Gallego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra. En casa no todos son partidarios de la idea, "yo quería que siguiera estudiando, que hiciera una carrera, pero no hubo forma. Siempre tuvo en la cabeza la idea del deporte", comenta su madre entre resignada y orgullosa. A los órdenes de Suso Morlán aquel grupo comienza a reducirse progresivamente hasta seleccionar a los mejores. La planificación al detalle y los cambios en los hábitos de David, disparan su rendimiento y en 1998 ya se corona como Campeón de España. "De pequeño, la verdad, es que no comía demasiado bien -comenta su padre Miguel-; donde aprendió a comer de todo fue en el Centro de Tecnificación de Pontevedra"

Un año más tarde, en 1999, llega su confirmación a nivel internacional. Hace su debut profesional en la modalidad C1-500 y C1-1000, ganando la medalla de bronce en el Mundial Junior celebrado en Zagreb. Bajo la mirada atenta de Suso Morlán, cuya fama crece exponencialmente junto a los éxitos de David, en el 2000 ganó la medalla de oro en el Campeonato Europeo Junior en C1-500 y la de bronce en C1-1000. Asiste a los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 como reserva, sin llegar a debutar. Pero todo no son rosas en su camino y lo que, en teoría, era una buena noticia como la convocatoria para el equipo nacional, casi se convierte en su final. David debe abandonar su club de toda la vida, su entrenador y su Galicia natal para instalarse en la concentración permanente que tiene la Federación en Sevilla. 2001 será un año malo para él ya que no se adapta a lo que allí se encuentra. Desmotivado por no obtener los resultados esperados, por primera vez ve al piragüismo como una obligación y las dudas sobre una retirada prematura rondaron su cabeza una y otra vez. "N
o me veía futuro en el piragüismo y decidí dejarlo. ¿Para qué iba a seguir estando mal?". Abandonó la concentración y regresó a Galicia, donde ni si quiera volvió a entrenar. Conscientes del talento que asesoraba David, y tras una semana sin saber de él, se presentaron en su casa el entonces presidente de la Federación Española de Piragüismo, Santiago Sanmamed, y su entrenador de toda la vida, Suso Morlán para tratar de convencerle de que reconsiderase su decisión de retirarse. Finalmente logran convencerle para que siga en el equipo nacional pero entrenando en Pontevedra y de nuevo a las órdenes de Suso Morlán en su club de toda la vida.

A los pocos meses de volver a la normalidad, David despide su etapa en las categorías inferiores con una medalla de bronce en el Campeonato Europeo Sub-23 en C1-500. En 2003 hace su puesta de largo en los Mundiales de Gainesville por todo lo grande, ganando la medalla de plata en la categoría C1-1000 metros. La confirmación de que había llegado para quedarse llegará durante los Campeonatos de Europa de Poznan 2004 donde se hace con una plata y un bronce meses antes de las olimpiadas. Con todo ello, se planta en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 como uno de los favoritos a las preseas y de nuevo consigue un doblete (oro y plata), derrotando en la final al hasta entonces invencible Andreas Dittmer (42 medallas entre JJOO, Mundiales y Europeos). "La presión, al final, se la pone cada uno. Puedes decidir si te afecta o no lo que digan de ti. Intentaba que esas cosas me desconcentrasen lo mínimo posible. Me afectaba más ser consciente del trabajo acumulado y de cómo estaba involucrado mi equipo..." decía tras su hazaña. Los buenos resultados no cesan de llegar, plata en los Mundiales de Zagreb 2005, oro y plata en los Mundiales de Duisburgo 2007, dos bronces en el Campeonato de Europa de Pontevedra 2008

A los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 se presenta ya como una figura mundial consagrada, lo que le permite ser el abanderado de España en la ceremonia de apertura. Más controlado y estudiado por sus rivales, consigue dos medallas de plata en las categorías de C1-500 y C1-1000 metros. Durante el siguiente ciclo olímpico no alcanza el nivel de resultados del anterior pero tampoco deja de asomarse al pódium en las citas clave: plata en el Campeonato del Mundo de Zseged 2011, bronce en el Campeonato de Europa de Zagreb (2012). Durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012, consigue su quinta medalla olímpica, gracias a la plata lograda en el C1-1000 m. Tras los Juegos Olímpicos de Londres, comienza a plantearse seriamente la retirada. Su agotamiento físico y -sobre todo- psíquico es muy alto tras más de 10 años compitiendo al máximo nivel. Además, su relación con Suso Morlán también comienza a desgastarse, máxime cuando éste rompe con la Federación Española de Piragüismo y se marcha con la de Brasil. Intentan motivarlo con la posibilidad de conseguir una sexta medalla olímpica en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Incluso se marcha a entrenar a Brasil para cambiar de aires y recuperar la ilusión, compartiendo entrenamientos con otros cuatro piragüistas brasileños. Pero dicha posibilidad, en vez de convertirse en una motivación se convierte en una pesada losa que hace que abandone el piragüismo en marzo del 2015. "El día de después de mi retirada fue complicado. Se hizo difícil. Lo recuerdo con muchas resacas. Fue un momento complicado porque llevaba toda la vida practicando piragüismo. No fue sencillo poner fin a esa etapa. Otros deportistas sí lo van asimilando, pero para mí fue un momento complicado. Fue un día de mucha resaca emocional", rememora con nostalgia.

Regresa para vivir en Pontevedra pero se da cuenta de que, durante todo el tiempo que ha estado fuera, todo su entorno ha seguido con sus vidas y ahora es él quien se encuentra fuera de lugar. "De saber qué iba a hacer durante todo el año a desconocer mis planes para ese día y los siguientes. Te sientes perdido. ¿Y ahora hacia dónde tiro? ¿Qué hago?". Y, como era de esperar, para un referente deportivo de semejante nivel, las ofertas laborales no tardan en aparecer "Cuando me retiré, tuve dos propuestas: en la Xunta querían que les ayudase en proyecto para acompañar a los y las deportistas que estaban al final de su carrera y/o que ya se habían retirado.  Que les arropase, sobre todo, en la reinserción laboral; y en la UCAM me ofrecían trabajar en su proyecto deportivo". Se decanta por la oferta universitaria para trabajar en su Servicio de Deportes, gestionando toda la actividad deportiva de la universidad murciana, que no es poca.  Desde entonces, atiende y gestiona a más de 450 deportistas becados, en sus respectivas competiciones nacionales e internacionales, organiza charlas y eventos deportivos, y entrena a un grupo de piragüistas de dicha universidad. También es miembro de la Junta Directiva de la Federación Murciana de Piragüismo y del Comité Olímpico Español.

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