martes, 25 de septiembre de 2018

Calzado deportivo ¿con amortiguación o sin amortiguación?

Seguramente, si nos diesen a escoger entre unas zapatillas deportivas con amortiguación y otras sin ella, el 99,9% nos decantaríamos sin dudarlo por las que poseen amortiguación. Sin embargo, según Bubois, a día de hoy, no existe ningún estudio científico que demuestre que las zapatillas con amortiguación son mejores o peores que las que no lo tienen, o incluso que el pie descalzo. Se sabe que hay en marcha estudios longitudinales en los que se pretende conocer, después de un cierto tiempo, cual es la incidencia de las lesiones, el confort o la perfomance en el sujeto. Pero de resultados concluyentes, no hay nada. 




Con los estudios que hay actualmente si se pueden sacar las siguientes conclusiones:
1 - Las nuevas tecnologías presentadas actualmente por las compañías de calzado deportivo no tienen ningún fundamento científico sólido.
2 - La absorción del impacto con el calzado no disminuye nada el estrés sobre el esqueleto (cadera, rodilla, espalda...)
3 - La absorción y los antipronadores integrados en el calzado no disminuyen la incidencia de lesiones ni aumentan el confort percibido (ver estudios de Knapik y Ryan al respecto)
4 - El calzado más caro, no es al más confortable ni disminuye la incidencia de lesiones.

Y, siguiendo a Bubois, la industria del calzado deportivo, nos oculta una serie de efectos secundarios derivados del abuso del mismo:
1 - Cambios en la biomecánica natural de la pisada
2 - Cambios en la secuencia de la contracción muscular
3 - Aumenta la velocidad de fuerza de impacto, hecho que está asociado a las fracturas por estrés.

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