¿Sabías que... a Leo Messi, el mejor jugador del mundo durante las últimas dos décadas, muchos periodistas le acusaban de no correr lo suficiente durante los partidos?
El mundo del periodismo deportivo es cada vez más osado y atrevido. Si bien es cierto que no se puede meter a todos los periodistas en el mismo saco, tampoco podemos obviar el hecho de que existan ciertos casos cuyos comentarios rozan el ridículo.
Con la llegada del big data al fútbol profesional algunos parecen haber descubierto la pólvora. Los datos que nos proporciona el big data son de gran utilidad pero no son la panacea. A esos datos hay que darles un sentido y eso se logra sólo si se tiene un amplio conocimiento del deporte en cuestión. Uno de los datos que más se consulta es la distancia recorrida por cada jugador a lo largo de un partido. Y claro, en cuanto observaron que -el que para muchos es el mejor jugador de la historia-, Leo Messi, era de los jugadores que menos distancia recorría durante los partidos, incluso en ocasiones menos que algunos porteros, no tardaron en cargar la tintas sobre él. "Corre tan poco como Pinto" titulaba el diario El País. "Corrió sólo 1,5 kilómetros más que Pinto" decía El Economista. Las tertulias deportivas de la noche tampoco se quedaron cortas en sus críticas hacia el rosarino. Nadie parecía reparar en la intensidad a la que se cubrían las distancias, la velocidad que llegaba a alcanzar y mantener, o el rol que desempeñaba para su equipo. Tanto se le machacó que no tardaron en salir voces autorizadas, con conocimiento y datos en mano para aplicar un poco de cordura.
Uno de ellos fue Lorenzo Buenaventura, quien llevó la preparación física de Messi durante varios años en el F.C. Barcelona y que actualmente acompaña a Guardiola en su aventura en el City. "Messi juega como su cuerpo le invita a jugar. Corre más rápido y ataca espacios con balón que el resto de jugadores sin él. ¿Y tú le quieres cambiar eso?. ¿Tú le quieres cambiar eso para subir un punto su resistencia?. Con Messi eso no sirve para nada. Su cuerpo le invita a jugar caminando porque caminando mira, se para y dice ´Ahora va a pasar esto´, los demás no lo hemos visto todavía, faltan 30" para que pase."
"Un tío al que marcan con ayudas todos los equipos, al que a veces lo marcan cuando llega a una zona 1,2 ó 3 si podemos, y que lleva cuatrocientos y pico goles entre todas las competiciones en 10 años, ¿le queremos mejorar su consumo máximo de oxígeno porque un iluminado haya dicho que corre poco? Estamos locos eh, de verdad que estamos locos".
Criticar a Messi significa ignorar la incidencia que tiene en el juego del F.C. Barcelona: cómo condiciona los marcajes, las ayudas, los espacios... Cualquier movimiento que hace, por pequeño que sea, tiene al equipo rival pendiente de él y beneficia al resto de sus compañeros. Qué más da que no sea el que más corre, ¿acaso el volumen de kilómetros recorridos al final del partido es determinante? En otros casos sí, en el caso de Messi rotundamente no. Sin embargo, a estos iluminados se les escapa un detalle: la intensidad. Es cierto que Messi no cubre grandes distancias como Jordi Alba pero, el tiempo que entra en juego -con balón en gran parte de los casos- lo hace a una velocidad que no alcanzan sus rivales. Y cuando hablamos de velocidad no hablamos sólo de desplazamientos, sino también de velocidad gestual, mental y de reacción. Ahí es donde se reside su secreto, lo que hace lo ve, lo decide y lo ejecuta antes que nadie. Por eso es el número 1.
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