sábado, 22 de abril de 2017

Qué fue de... Bob Beamon

Estos días, con motivo de la preparación de la Olimpiada anual, vuelve a salir a la escena el nombre de Bob Beamon. Y es que, cuando se empieza una unidad didáctica de salto de longitud, es inevitable hablar de este atleta norteamericano. Durante los Juegos Olímpicos de Mexico 1968 alcanzó la fama mundial y se convirtió en uno de los mitos del movimiento olímpico. Según Sports Illustrated, su salto es uno de los 5 momentos mas importantes del deporte durante el siglo XX.




Nació en New York en 1946, en el seno de una familia desestructurada por lo que fue criado por su abuela. Su padre era un maltratador declarado y amenazaba a Bob y a su madre con matarlos si se iban de casa.

Durante su época de instituto, Larry Ellis, un prestigioso entrenador del estado se fijó en él y le propuso dedicarse al salto de longitud. Bob aceptó y ya en 1965 era era el segundo mejor saltador de Estados Unidos, lo que le permitió recibir una beca para estudiar en la Universidad de Texas en El Paso.

Cuatro meses antes de los Juegos Olímpicos de México 1968, Beamon fue expulsado de su Universidad por negarse a competir ante la Universidad Brigham Young de Utah, de fundación mormona, a modo de protesta porque no dejaban competir a atletas negros. 

Sin entrenador, y a tan sólo cuatro meses de los Juegos Olímpicos, tuvo que prepararse sólo, compartiendo entrenamientos con su compañero de equipo y recordman olímpico, el también saltador Ralph Boston.

Su salto de 8,90m en la final olímpica de salto de longitud constituyó una de las mayores hazañas deportivas de la historia, por que suponía batir el record anterior en casi 60 cm, cuando lo normal era superarlo ligermente por unos pocos cm. Al pincipio Bob no fue consciente de su logro, pero cuando se dio cuenta de que había batido el record del mundo por más de medio metro y que los jueces no estaban preparados para llegar a medir esa distancia, Bob se derrumbó de la emoción. Lynn Davies, el hasta ese momento campeón olimpico, asombrado por el logro, le dijo; "Te has cargado esta prueba"


Nunca más volvió a acercarse a esa marca (8,22 fue lo máximo). Ni él, ni nadie hasta 1991, cuando Mike Powell voló hasta los 8,95 m acabando con mas de 22 años de reinado. Eso si, su récord olímpico sigue vigente.

Bob regresó a Estados Unidos y como homenaje, los Phoenix Suns de la NBA lo draftearon (una costumbre que se mantuvo hasta hace no mucho; Carl Lewis fue drafteado también tras los juegos de Los Angeles en 1984). 

Se licenció en Sociología en la Adelphi University. Durante muchos años se dedicó a promover el atletismo entre los más jóvenes, llegando a ser director de Atletismo de la Universidad Estatal de Chicago, en Illinois.

Actualmente, es el director del Museo Olimpico de Florida

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