Y es que los vendedores de ajos del famoso mercado parisino de Les Halles, vestían un grueso jersey de canalé para protegerse del frío. Al igual que sucede ahora, los vendedores vociferaban en alto la expresión de "marchand d´ail" (vendedor de ajos). Sin embargo, éstos ponían más énfasis en las sílabas finales con lo que parecían decir únicamente "chand d´ail". Esta frase se asoció rápidamente con aquella prenda tan cómoda que, a la par y por este motivo, comenzó a ser empleada en el ámbito deportivo a principios del siglo XX. Desde entonces la prenda no ha cesado de evolucionar y diversificarse, en base a modas y necesidades de cada espacialidad, hasta llegar a nuestros días.
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