Hace un par de semanas Carolina Marín se lesionaba disputando la final de un torneo de bádminton en la India. Tras las primeras exploraciones se confirmaron los peores presagios, tenía tocado el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Lo que para cualquier otro deportista supondría un mazazo, para la onubense no es más que otra motivación para romper los peores presagios que auguran que no llegará al mundial de bádminton 2019. Aún convaleciente de la operación de rodilla en donde tuvieron que reconstruirle el ligamento dañado, inicia sus entrenamientos adaptándolos a las limitaciones que su lesión le provoca. Ha dicho que quiere llegar al mundial y ya se sabe su máxima, "puedo porque pienso que puedo".
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